Otro de los espacios que mas llama la atención tanto a huéspedes como al publico en general es el spa Zaitania, este cuenta con una atención personalizada en donde se puede disfrutar de un buen rato de relajación, y si son amantes de los circuitos hídricos como yo, este les va a encantar ya que cuenta con una piscina semi-olímpica,  una piscina de choque térmico y una piscina de hidromasaje ¡perfecto para un fin de semana de descanso!

Sin embargo y para esta ocasión especial el deslumbrante restaurante Ushin Japanese & Grill fue el protagonista. Desde el piso 14 y con su increíble vista este espacio brindó una cena inolvidable en donde cada detalle estuvo perfectamente planeado y cuidado para crear un ambiente ameno.

Probar nuevos sabores es algo que siempre me encanta hacer, por esta razón tenia mucha curiosidad por saber cual seria el menú de esta noche ya que este restaurante es bien conocido por su comida japonesa de lujo. Mis dos platos favoritos  de la noche fueron, el Hotate que son vieiras levemente cocidas en dashi, caviar, brotes y salsa vichyssoise con yuzu y el Pirarucú Misoyaki que es un pescado de la amazonia marinado en miso 48 horas con tomates cherry en conserva japonesa, mousseline de papas andinas, espuma de hongos, coral de tinta de calamar y salsa amamiso.  Esta cena sin lugar a dudas fue un delicioso viaje sensorial totalmente recomendado que tengo que repetir si o si.

La hora del postre fue una increíble sorpresa. Bajos las luces de la ciudad un desfile de postres decorados con luces de véngalas circulo por el espacio captando la atención de todos, entre la fascinación del momento y la belleza de los platos, se alzo en el cielo un espectáculo de juegos pirotécnicos que se pudo apreciar desde un lugar mas que privilegiado, los enormes ventanales de Ushin en marcaron la magia de este momento dando el toque final a esta fascinante velada.